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jueves, 29 de agosto de 2013

Segundas Partes... Jóvenes Re-Emigrantes

Los jóvenes tienen el mundo a sus pies. La época en la que parece que todo es posible. Los años en los que el riesgo es sinónimo de diversión y nuevas experiencias. Puedes hacerlo. Puedes ir y venir. Puedes marcharte y volver. Coge tu mochila, cárgala con unas cuantas mudas, con muchas ilusiones. Cierra los ojos, respira, ábrelos y ponte en marcha, pues una magnífica aventura se abre ante tí. Da igual tu carácter, o tus preferencias, o tus miedos, o lo que habías pensado hacer en lugar de esto. Eres joven. Y seguro que por ser joven eres, o deberías ser, aventurero. 
Al menos algo así daba a entender la señora Marina del Corral, secretaria general de Inmigración y Emigración, hace casi un año en declaraciones a la prensa, cuando presentaba un estudio de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Unas palabras las suyas que levantaron un gran revuelo en las redes sociales. Afirmaba que la emigración de los jóvenes españoles al extranjero no se debe sólo a la crisis económica sino a otros factores entre los que está "el impulso aventurero de la juventud". Sin palabras. Pero a mí, personalmente, me gustó más lo de que debe valorarse como "esencialmente positivo" que los trabajadores españoles cualificados "hayan dejado por fin de ser 'locales'", para ponerse "a la altura de los trabajadores cualificados de nuestros socios europeos en cuanto a proyección internacional". Porque es evidente que sólo salen de España aquellos que estaban preparados para ello, ¿verdad? Y que sólo salen de España aquellos que realmente lo deseaban, ¿no es cierto? No sé a qué se referirá esta mujer con eso de "cualificados". Y seguramente nos ponemos a la altura de sus "socios europeos" mostrando nuestra cualificación en trabajos con los que siempre hemos soñado y subiendo nuestra competitividad en la profesión para la que te has formado. Que no se me malinterprete, pues me refiero a trabajos que son muy dignos, pero la hipocresía me satura.
He de admitir que sí se te abrirán más puertas con un idioma añadido en tu currículum. Pero ¿dónde? ¿En España? Es posible... Pero yo prefiero tomármelo como un plus en mi crecimiento personal, un logro a mi favor. Una baza más para competir. Y no le voy a quitar razón a esta señora en lo de que así tendremos una proyección mayor, unas miras más amplias. Pero también me gustaría decirle a doña del Corral que sería más preferible que el tener este abanico más grande de posibilidades fuera una cuestión de elección. Y cuando digo esto me refiero a que lo deseable sería poder elegir más allá de: o bien lo intentas fuera, o bien mueres desesperado buscando un hueco medianamente profesional en tu país.
También es muy diferente la experiencia que vive aquel que se va "con lo puesto" y a la desesperada a la de aquel que viaja a gastos pagados y que se preocupará únicamente de hacer amigos. Seguramente las "aventuras" de uno y del otro serán bien distintas. Pero hoy no voy a entrar en estas odiosas comparaciones. Al fin y al cabo, tanto unos como otros estarán lejos del hogar, sea o no por voluntad propia.
¿Por qué me ha venido esta noche la señora del Corral a la cabeza? Porque creo que primero apareció eso de la "generación perdida", luego lo de los "jóvenes emigrantes" y ahora yo voy a poner nombre a los que están en mi situación: "jóvenes re-emigrantes". Porque la primera aventura migratoria nos supo a poco. Y que a nadie se le ocurra pensar, porfavor, que se debe a que la crisis no nos deja proyectarnos nacionalmente.
Nos costó decidirnos a hacer las maletas y a montar solos en un avión porque no nos terminábamos de creer que la crisis fuera a hacer los estragos que ya profetizaban desde tiempo atrás. Nosotros estábamos preparados y no nos afectaría. Pero las hicimos. El aburrimiento, el tedio y el agobio se tornaron demasiado largos y pesados. Pero lo intentamos, algunos con más o menos suerte. No es un drama tan atroz. Y ciertamente no puedo negar todo lo que el país que yo llamo mi segundo hogar me brindó. Escocia. Y si me preguntaran si después de lo vivido mereció la pena, no dudaría en decir un sí rotundo. Pero nunca imaginé cuando me despedí de aquella tierra que volvería a vivir allí. Si me lo hubieran preguntado entonces habría dicho algo parecido a "sí, sí, me caes muy bien, pero...". Y aquí me ves, comenzando la cuenta atrás. No sé si me asemejo más a la visión de una chica aventurera con mochila coronando cimas o a la de un caracol con una maleta en la que va definido lo que será mi hogar en no más de 20 kilos. Sí, viajo en low cost. 
Ahora que empiecen los estudios acerca de los "jóvenes re-emigrantes". ¿Por qué vuelves a un sitio que ya conoces? Ya que sales de España, aprovecha y busca sitios nuevos. Lo que te vas a encontrar no será lo que dejaste. Aquello ya está más saturado. Ve a lugares que no estén tan explotados. ¿Por qué no te vas a un país con otro idioma que aprender? Las segundas partes nunca fueron buenas. No vivirás lo mismo que ya viviste. Bla, bla, bla. 
Pues a mí El Padrino II me gustó más que la primera. Y España, desde luego, tampoco está tal y como la dejé cuando me fui la primera vez: ahora es peor. Y quizás no soy tan aventurera y no busco arcas perdidas, y me conformo con una vía ya antes explorada por mí. 
Y mientras estaba pensando en qué cosas meter en la maleta, en si cometer o no los mismos errores que la primera vez, en si dejar al azar que juegue conmigo más o menos rato, qué tiempo hará, calcular el cambio de euros a pounds,... Mientras pensaba y me comía la cabeza con cosas tan triviales y aventureras como éstas, no sé por qué se me ha venido esta señora y toda su cuadrilla tan altamente cualificada a la mente... y lo he tenido que escribir.